La cama no puede ser tu oficina

La cama no puede ser tu oficina

Si no trabajas desde casa, la idea de empezar hacerlo puede parecer bastante novedosa y liberadora.

No madrugas en exceso, no tienes que pensar en qué ponerte, puedes ponerte de fondo tu programa de televisión favorito o puedes trabajar desde la comodidad de tu cama.

Sin embargo, trabajar desde casa conlleva mucha constancia y dedicación. Necesitas estructurar tu día como si estuvieras en la oficina, porque, de lo contrario, te encontrarás a ti mismo sucumbiendo a tu cama.

¿Por qué trabajar desde tu cama puede impactar a tu sueño?

De acuerdo a un estudio realizado por The Sleep Council, los dormitorios deben reservarse para una cosa: dormir.

Con un tercio de la población sobreviviendo con menos de seis horas de sueño diarias, esto hace que esto sea aún más importante.

Y es que trabajar desde tu cama puede tener un impacto negativo sobre tu trabajo, tu productividad, tu postura y tu descanso.

Es normal sentirnos un poco más ansiosos de lo normal dada la situación actual del Covid-19, por lo que es clave que fortalezcas la asociación mental entre la cama y tu descanso.

¡Eso significa evitar llevar a la cama el trabajo o cualquier otra preocupación!

Solo revisar los correos electrónicos antes de irte a dormir puede afectar la calidad de tu sueño. La luz azul que emiten estos dispositivos suprime los niveles de melatonina, afectando el tiempo que tardamos en conciliar el sueño, además de que el contenido que consumimos también puede hacer que estemos más alerta y/o estimulados.

Es mejor que marques una jornada de trabajo y trates de no llevar dispositivos relacionados con tu mundo laboral (portátiles, teléfonos, etc) a tu cama. Pon límites donde corresponda.

Cuando trabajas desde casa, puede resultar difícil separar el trabajo de la vida familiar. Es recomendable que mantengas una zona de trabajo propia e independiente al resto de la casa y que, a poder ser, ésta no sea tu dormitorio.

Haz tus horas y evita que el trabajo se convierta en tiempo personal.

Y, en caso de que de este post no te convezca y algún día excepcional, trabajes desde tu cama, asegúrate que ésta esté a tu altura. ¡Tiene que ser lo más cómoda y confortable posible!

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